¿Qué relación pueden tener tres palos y el origen de la palabra trabajo? La palabra trabajo procede del latín tardío tripalĭum, que literalmente significa ‘tres (tri) palos (palium)’. ¿Pero qué tienen en común estos tres palos con esa ocupación remunerada que actualmente llamamos trabajo?
El tripalium era un instrumento de tortura medieval compuesto precisamente por tres palos o estacas, uno en vertical clavado al suelo y dos cruzados en forma de aspa en los que se amarraba al preso para someterlo a azotes, latigazos y otros padecimientos.
De este tripalium derivaría en latín vulgar un verbo tripaliare (con el sentido de ‘torturar o torturarse’), que evolucionaría con el tiempo (>trebajare) hasta convertirse en nuestro trabajar, ya con el significado actual.
El trabajo ─aún hoy definido por el DRAE en su novena acepción como «penalidad, molestia, tormento o suceso infeliz»─ es, por tanto, heredero de ese sentido de tortura y dolor que las labores (hijas del desbancado laborāre latino) más duras pueden provocar en el cuerpo y mente de los sufridos trabajadores.
Pues no iban muy desencaminados… jajaja
Muy interesante, no tenía ni idea del origen de esta palabra 🙂
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¿Verdad que sí? Las palabras no engañan… 😉 Gracias por el comentario. Saludos.
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